Un día, Gabriel y su padre pasaron por la estación de Castuera. El viejo de repente se percata y saluda a un amigo, el general Moran, y a su hija, Gracia. Gracia y su padre estaban pasando las vacaciones en Castuera.
Mientras los dos mayores conversaban, Gabriel, un tanto avergonzado miraba a Gracia, una joven de 17 años muy hermosa y fina, y comienza a sentir atracción hacia ella.
Los jóvenes se hicieron amigos. Un día, los muchachos salieron a pasear a la playa. Allí, Gracia arrojó un anillo al mar: se lo había regalado un teniente del ejército llamado Max, con el que estaba comprometida. Max contaba con todas las reverencias del padre de Gracia. Ese gestodisgustó mucho al padre de Gracia, por lo que ésta ruega a Gabriel que le ayude a rescatarlo, Gabriel se “disfraza” de héroe y se lanza a las heladas aguas en busca del preciado anillo. En ese momento Gracia sintió una atracción hacia Gabriel y se dan un beso.
Como Gabriel estaba mojado por haberse tirado al mar, fue a secarse a la casa de Gutié, un hombre que disfrutaba sus de vacaciones fuera de la ciudad y disponía de habitaciones y fuego en su hogar.
Al otro día, Gabriel y Gracia fueron de paseo, pero se encontraron con Max, que fue a discutir con el supuesto amante. Gracia no pudo seguir escondiendo este secreto que mantenía con Gabriel y decidió contarle a su padre la situación. El padre de Gracia decidió separar definitivamente a su hija de Gabriel, llevándosela a Santiago.
Gracia le contó lo del traslado a Gabriel, y ante la desesperación de los jóvenes amantes llegaron a pensar de escaparse a otro país. Pero, decidieron casarse y tener un hijo, ya que así no los podrían separar.
Se casaron simbólicamente, sin la bendición de un sacerdote pero según ellos ante la mirada de Dios, días después Gracia le dijo a Gabriel que estaba embarazada y que se irían mañana. Gabriel también iba a viajar.
Una vez en Santiago, Se veían sólo en misa los domingos, ya que tenían vigilada a Gracia todo el día.
Una noche, Nieves una empleada de gracia que sabia todo lo que pasaba entre Gracia y Gabriel. Fue a la casa donde se hospedaba Gabriel. Muy agitada, le contó a Gabriel que Gracia se había caído por las escaleras de la casa, tras discutir con su padre. Éste se negó a llevarla al hospital para evitar escándalos y llamó a un médico de confianza.
Gabriel fue de inmediato a verla, pero lamentablemente estaba agonizando. Sus ojos se cerraron para siempre. Ante la desesperación, Gabriel prometió no llorar. Luego volvió a su casa donde se desahogó con su padre quien le aconsejó a su hijo de un retiro espiritual, desde el que se supone que Gabriel escribe su historia con Gracia.